Su nombre es Derry Folton y a los dos años de edad quedó postrado en una silla de ruedas a causa de un virus que le afectó la médula. Diariamente lidia con todos los problemas que le produce su enfermedad pero nunca abandonó ser hincha del Northampton, equipo de la cuarta división inglesa que todos los años se ve al borde del descenso.
Folton, había asegurado que si su equipo conseguía una victoria o empate ante Rotherham ingresaría al terreno de juego para festejar. Y así fue. Cuando corría el minuto 93 consiguen la igualdad tan preciada y no dudó un segundo en incorporarse a la cancha para disfrutarlo con toda su hinchada. Una verdadera y merecida ovación recibió este joven por todo el estadio.
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