Por Juan Manuel Río Caro
No fue una noche de copa más para Independiente, es verdad, perdió 3 a 2 con la Liga Universitaria de Quito en lo que fue el partido de ida de las semifinales de la Copa Sudamericana pero dejó una imagen positiva y alimentó la esperanza para la vuelta la semana que viene en Avellaneda.
El equipo argentino se plantó de igual a igual ante uno de los mejores conjuntos de América que durante los últimos dos años estuvo en final tras final a nivel internacional (Copa Libertadores y el Subcampeonato Mundial de clubes en 2008; Recopa Sudamericana 2009/2010 y la Copa Sudamericana de 2009).
La famosa frase con la que asumió la conducción el “turco” Mohamed parece que se convirtió en el lema de vida de este equipo: “los sistemas se negocian pero no la actitud” y eso es lo que demostró en la lluviosa noche quiteña.
Hilario Navarro no tuvo participación durante el primer tiempo porque el trabajo del mediocampo fue muy bueno, Fernando Godoy y Roberto Battión se hicieron fuertes en la mitad, bien parados y anticipando. Andrés Silvera y Facundo Parra atentos a la salida del rival y prestos a aguantar la pelota bien lejos del arco defendido por el correntino Navarro.
La joven defensa, con el experimentado Eduardo Tuzzio como baluarte, impedía que los delanteros Barcos y Luna pudieran juntarse, le cerraron los laterales a Néicer Reasco y a Gonzalo Chila y de esta manera, inteligentemente, manejó el partido.
El uruguayo Juan Manuel Salgueiro, desde afuera del área colocó a los albos arriba en el marcador a falta de dos minutos para finalizar la primera etapa.
En seis minutos del segundo tiempo, la Liga convirtió dos goles y puso el partido 3 a 0.
La reacción de Independiente no se hizo esperar, primero Andrés Silvera, con la clase que lo caracteriza definió con sutileza junto al palo de Cevallos que nada pudo hacer y cinco minutos más tarde, con gran categoría, Lucas Mareque colgó la pelota del ángulo superior izquierdo.
Hilario Navarro, en lo que seguramente será una de las atajadas de la copa, impidió que los ecuatorianos aumentaran la diferencia al tapar un cabezazo de Barcos y el rebote a Christián Lara. Los minutos finales transcurrieron en cámara lenta para el visitante quien defendió tenazmente cada pelota y mantuvo la ilusión intacta.
El partido de vuelta se jugará en el estadio Libertadores de América el jueves 25 de noviembre a las 21:30h (hora Argentina) y ganando por uno de diferencia, el Rojo, volvería a una final internacional después de 15 años. Entretanto, la Liga pasa con un triunfo o empatando.
La famosa frase con la que asumió la conducción el “turco” Mohamed parece que se convirtió en el lema de vida de este equipo: “los sistemas se negocian pero no la actitud” y eso es lo que demostró en la lluviosa noche quiteña.Hilario Navarro no tuvo participación durante el primer tiempo porque el trabajo del mediocampo fue muy bueno, Fernando Godoy y Roberto Battión se hicieron fuertes en la mitad, bien parados y anticipando. Andrés Silvera y Facundo Parra atentos a la salida del rival y prestos a aguantar la pelota bien lejos del arco defendido por el correntino Navarro.
La joven defensa, con el experimentado Eduardo Tuzzio como baluarte, impedía que los delanteros Barcos y Luna pudieran juntarse, le cerraron los laterales a Néicer Reasco y a Gonzalo Chila y de esta manera, inteligentemente, manejó el partido.
El uruguayo Juan Manuel Salgueiro, desde afuera del área colocó a los albos arriba en el marcador a falta de dos minutos para finalizar la primera etapa.
En seis minutos del segundo tiempo, la Liga convirtió dos goles y puso el partido 3 a 0.
La reacción de Independiente no se hizo esperar, primero Andrés Silvera, con la clase que lo caracteriza definió con sutileza junto al palo de Cevallos que nada pudo hacer y cinco minutos más tarde, con gran categoría, Lucas Mareque colgó la pelota del ángulo superior izquierdo.
Hilario Navarro, en lo que seguramente será una de las atajadas de la copa, impidió que los ecuatorianos aumentaran la diferencia al tapar un cabezazo de Barcos y el rebote a Christián Lara. Los minutos finales transcurrieron en cámara lenta para el visitante quien defendió tenazmente cada pelota y mantuvo la ilusión intacta.
El partido de vuelta se jugará en el estadio Libertadores de América el jueves 25 de noviembre a las 21:30h (hora Argentina) y ganando por uno de diferencia, el Rojo, volvería a una final internacional después de 15 años. Entretanto, la Liga pasa con un triunfo o empatando.
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