El estadio Libertadores de América fue escenario de una nueva consagración internacional de Independiente. 15 años pasaron desde que el club más ganador del siglo XX se alzara otra vez con una copa, la única que le faltaba a las pobladas vitrinas del club.
Durante los 90 minutos el resultado fue 3 a 1 a favor del local, en el alargue no se sacaron diferencias y en los penales el título se quedó en Argentina, 5 a 3.
Hace una semana, los dirigidos por Antonio Mohamed, trajeron de Brasil un 0–2, nada estaba definido pero que anticipaba un partido de vuelta más que complicado. Así sucedió.
El gasto de Independiente fue todo en el primer tiempo cuando terminó arriba por 3 a 1, con los goles de Julián Velázquez y dos de Facundo Parra, había empatado transitoriamente Felipe Moura para el Goiás.
En los segundos 45 minutos y durante el tiempo extra, el conjunto de Brasil lo superó en juego y en estado físico al dueño de casa, que con actitud defendió la igualdad obtenida en el resultado global.
Eduardo Tuzzio fue el encargado de ejecutar el último penal y lo hizo con una sangre fría asombrosa, una carrera cargada de emoción, de nostalgia, alegría y de la mística de aquellas viejas noches de copas con las que todo hincha de Independiente vivió o en el caso de los más jóvenes, mamó desde que nació.
Los nombres de Enrique Bochini, Daniel Bertoni, Ricardo Pavoni y del querido José Omar “Pato” Pastoriza sobrevolaron por la noche cálida de Avellaneda, quizás, los más grandes recordaron a la vieja Doble Visera, escenario anterior de las grandes hazañas del club.
El 16º título internacional tardó en llegar pero gracias a esta conquista, las puertas de América se le abrieron de nuevo a Independiente: clasificación a la Copa Libertadores 2011, la Recopa Sudamericana con el Inter de Porto Alegre, Copa Sugura Bank, cuando enfrente al campeón japonés, y la entrada en octavos de final en la próxima edición de la Copa Sudamericana.
Estos son los goles en los 90 minutos:
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