El apertura 2010 ya es historia, a pesar que todavía Independiente y Tigre deben su encuentro de la 18º fecha (recordemos que el Rojo debió suspender tal partido por estar disputando la final de la Copa Sudamericana). Sin embargo, con Estudiantes campeón y Vélez pisándole los talones hasta último momento, el campeonato de los grandes no ha sido el esperado, al menos desde los papeles. Salvo River y Racing, quienes repuntaron sobre el final, el resto de los que integran el grupo de los privilegiados no han tenido un buen desempeño y decepcionaron a propios y extraños.
Boca Juniors fue el equipo que, a priori, se perfilaba como el gran candidato a obtener la corona. La llegada de Claudio Borghi, flamante campeón con Argentinos Jrs en ese entonces, acompañado de refuerzos como Cellay, Caruzzo, Insaurralde y Escudero, entre otros, hacia prever que el conjunto de la Ribera se quedaría con la gloria a fin de año. No obstante, en la jornada 14, tras perder el clásico con River, el Bichi dejó su cargo. En su lugar quedó Pompei, que enderezó un poco el barco pero asi y todo, Boca apenas logró 25 puntos, una marca impensada al comienzo del semestre.
Por su parte, el complicado River comenzó su ilusión de la mano de Ángel Cappa. Las incorporaciones de Mariano Pavone y Walter Acevedo, más la vuelta de Juan Pablo Carrizo en el arco, la idea de pelear el título y alejar los fantasmas del descenso era válida. Sin embargo, una racha de 7 encuentros sin victorias tras un arranque propicio dejó al Millonario sin técnico previo encuentro ante Boca. Juan José López se hizo cargo del equipo, logró quedarse con el clásico (gol de Maidana), sacó 13 de 18 puntos posibles y ubicó a River en la 4º posición con 31 unidades. De yapa, lo sacó de la promoción.
Por el lado de Avellaneda, la historia tuvo dos caras distintas; el Rojo, por su parte, tuvo un semestre de todos colores. Tras un comienzo esquivo en el campeonato, Garnero debió dar un paso al costado, al igual que el manager del club, Cesar Luís Menotti. Luego, tras un mini interinato de la dupla Pavoni-Sá, llegó el gran responsable de la levantada: Antonio Mohamed, a días del clásico, agarró el timón, se quedó con la victoria ante Racing y logró la Copa Sudamericana de manera sorpresiva. Sin embargo, en el torneo domestico quedó último.
Racing, en cambió, fue bastante regular y terminó el torneo en la 7º ubicación, olvidándose de los promedios y quedándose en la puerta de la Copa Libertadores, certamen que no disputará por la consagración de su enemigo en América.
Por último, San Lorenzo tuvo un semestre para el olvido. Luego de un buen arranque, el Falcon de Ramón se quedó rápidamente sin gasoil y jamás pudo repuntar. Tras un torneo con algunos escándalos entre el DT y varios jugadores, el conjunto de Boedo finalizó detrás de mitad de tabla y con nuevo presidente tras la asunción de Carlos Abdo.
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